Hola a Todos, Paz y Bien
¿Cómo va el Martes? Por mi zona, soleado pero con un aire…. tremendo.
¿Qué tal estáis los de México? ¿Cómo se va viviendo el tema de la Gripe Porcina? Hay bastantes compañeros del Blog que comparten desde ese gran país. Ayer mismo escribía «Rocío«, desde México, en los «Comentarios a la Lectura del Domingo» (os recomiendo leer el comentario de Rocío), cómo estaban viviendo la alerta de Salud en el país.
A todos los que compartís desde allá, un fuerte abrazo y, en todo lo que pueda, ya sabéis que contáis con mi apoyo.
Hoy quería compartir con vosotros un cuentecillo cortito… No sé como se titúla, pero yo lo he titulado «Desde el Precipicio«. Bueno, más que un cuentecillo, es una historia real que me ha parecido muy, muy interesante… a ver qué os parece a vosotros.
Un abrazote de martes/miércoles, jeje.
Fer
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Despojarse para vencer
Cuenta Ruth Benedict, historiadora y filósofa, que en la isla de Vancouver, los indios celebraban torneos para medir la grandeza de los príncipes.
Los rivales competían destruyendo sus bienes. Arrojaban al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto promontorio echaban a la mar sus mantas y sus vasijas….
Vencía el que se despojaba de todo.
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Os imagináis, para ser el mejor de los Príncipes, el mejor de los Jefes Indios, había que ser capaz de despojarse de todo. No tener grandes apegos a las cosas… Qué interesante, verdad? Que las cosas sean eso, sólo “cosas”, que nosotros no dependamos de las cosas; sino que sean las cosas las que dependan de nosotros.
Os dejo con una preguntita… ¿hasta que punto seríamos capaces de dejar nuestras “cosas”? ¿Seríamos capaces de tirar nuestras vasijas, nuestras mantas… o nos quedaríamos con algo? ¿Quizá lo que tengamos que tirar por el precipicio no sea algo «material», sino algo interno: una actitud, un sentimiento…?
Ahí os dejo la preguntita… mañana miraré al fondo del promontorio a ver que habéis tirado, jeje.
Besines a todos
Fer
Odres Nuevos 
Hola, desde mi querido Mexico, les mando un fraternal saludo. Seguimos caminando con esto de la influenza porcina. Les platico que todos vamos por las calles con tapa bocas, algunas personas que estan asustadas, han empezado hacer compras de mas en el supermercado, pensando que no podran salir de casa mas adelante. Pero no es asi, podemos salir, de preferencia lo menos posible, pero vamos a trabajar, y de regreso a casa. Los teatros, cines, restaurantes estan cerrados. Las Iglesias estan abiertas, pero no hay servicios. Pero el buen Dios es muy bueno, nos sentimos en paz y acompañados por El, estamos atentos a lo que necesiten los vecinos, etc., Lo que si, a traves de internet, nos comunicamos y nos pusimos de acuerdo para hacer oracion cada uno en casa; y, si les parece, los invito a unirse a nosotros, rezando un Padre Nuestro que nos solidariza con los que estan enfermos. Esto lo estamos haciendo a las 22.30 hora de Mexico. Una oracion que nos une al buen Dios, y a los hermanos que estan sufriendo o tienen miedo. Reciban otro abrazo. Rocio
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Hola Fer y Compañeros.
¡Cuánto tiempo sin entrar! He estado fuera y aunque tenía internet, se me echaba siempre el tiempo encima.
Antes de nada decirte que es un ALEGRÓN entrar en tu Blog. Siempre nuevo, siempre aportando, siempre haciendo pensar. Además, cuando entras después de algún tiempo, como es mi caso, mejor todavía, porque hay montón de entradas y comentarios por leer.
Un abrazo a tu Tío (Fernando Mosteiro Gil). Estos días tenemos a México muy presente en nuestro pensamiento y corazón.
¡¡Al cuento!! A mi me encantaría tirar la indiferencia que tengo, en muchas ocasiones, ante circunstancias de la vida.
Un abrazo fuerte, fuerte, de recién aterrizada.
Oli
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Feeeeeeeer!!!!
Yo tiraría mis prisas (conociéndome, seguro que voy «corriendo» a tirarlas, jijiji).
Beso niño.
Pili
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Puff la verdad es que yo tiraria TODO MI SER para empezar de nuevo, solo con lo bueno.
Tiraria mis cambios de humor, mis arrebatos, mis injusticias, mi pereza, mi sensación de mis amigos me han abandonado, no se acuerdan de mi y no coger el telefono y llamarlos… mi quiero y no doy.
Yo en vez de tirar mis seguridades, tiraria mis inseguridades, mis miedos, el que pensaran de mi, que hacen que muchas veces me quede para mi muchas cosas que me gustarian compartir
Un besazo a todos y uno muy especial a Fernando Mosteiro Gil. Mucho animo y mucha fuerza.
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Fer, me ha gustado mucho el cuentecillo.
Yo me decía: «Para ser Princesa de un pueblo… seguro que tiraba todo por el precipicio» sin dudarlo, claro, como el fin es ser «Princesa». Pero luego pensaba, y si el fin no fuese ser «Princesa», si el fin fuera sólo «Ser mejor persona», «Ser más humilde», «Ser más cercana»… Uf, pues en ese caso ya no lo tenía tan claro. ¿Tiraría todo como cuando el fin es ser algo Grande?
Si no fuera por «Ser Princesa», ¿sería capaz de tirar mis comodidades? Me costaría. ¿sería capaz de tirar mi orgullo? Me costaría. ¿Sería capaz de tirar mi protagonismo? Me costaría.
Pero sabes, creo que el mero hecho de pensar y darme cuenta de que me costaría, ya es un paso hacia el precipicio.
A ver cuántos doy esta noche…
Un besote niño.
Anita
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Fer, como siempre, gracias. Me había reservado el cuento para hoy, para leer con tiempo y disfrutar de él.
Yo me despojaría de querer llevar la razón siempre, de quererlo saber todo, de pretender abarcar todo.
Un abrazo grande!
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Buena entrada, y coincido con Mª Jesús, ya que nada más leer el cuento también me ha venido a la cabeza San Juan de la Cruz.
Yo tiraría mi ego, ese afán de buscar las satisfacciones personales en las cosas que hago, que me pasan, en los cariños de la gente…
Este sería un gran desprendimiento.
Un abrazo a todos.
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Mi experiencia es que los mayores desprendimientos no han sido una opción propia, sino que nos vienen dados. Estos son los más dolorosos, pero paradógicamente los más fecundos…aunque esto sólo puede reconocerse con el paso del tiempo.
Ésta debe de ser la pedagogía de Dios, la de ir poco a poco desponjándonos, desnudándonos, haciéndonos verdaderamente pobres. Qué bien saben esto peronas como S. Juan de la Cruz, y por supuesto S. Francisco…(más allá de su opción personal, El Señor le fue llevando hasta donde ni siquiera él esperaba).
El mayor desprendimiento es sin duda el de nosotros mismos. El de mi «yo», mi «ego»…y este es un camino para toda toda la vida. Nosotros sólo hemos de consentir y decir «aquí estoy, Señor, aquí me tienes»…Y así iremos siendo conducidos hacia una libertad infinita, la libertad de los hijos de Dios.
Un abrazo grande para todos vosotros, aprendices de libertad y de amor…
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Buenos dias a todos:
pues yo despues de meditar sobre el escrito y de leer vuestras magníficas entradas, he decidido que voy a acercarme al precipio y voy a tirar definitivamente el
YO TENGO
para quedarme con el
YO SOY
que es lo único que realmente necesito
Una vez mas, gracias FER
Abrazos, amigos.
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Hole fernando.
Que puedo tirar yo, son tantas las cosas que tendria que tirar que me quedaria sin nada.
Somos muy adictos a las comodidades y todo eso habria que tirarlo.
Con respecto a como estamos en México, les comento que la situación no es facil ya que como es un verus que se contagia como cualquier resfriado hay que evitar estar en cualquier aglomeración.
De hecho todos los centros de servicio, sean escuelas, parques, cines, oficinas públcas, bueno asta las iglesias no están oficiando ningun servicio.
Esperamos que las precauciones que se están tomando sean eficaces y ante todo que el ser supremo nos ayude a tener todo el cuidado para queasí sea.
Un abrazo a todo el grupo del blok.
FERNANDO MOSEIRO GIL
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HOLA FER Y COMPAÑÍA! Pues yo releyendo vuestros comentarios, coincido con Amaya y Clown. Sin duda me atrapan mis comodidades y mis seguridades y claro como dice Mario ya sólo acercarse al promontorio………Agüita!!!
Muy buen cuento, me ha removido.
Un abrazo y muy especialmente para los amigos mejicanos
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Qué buena propuesta!
Yo intentaría tirar mis seguridades… pero están tan aferradas, están tan agarradas, son tan, pero tan seguras, que no sé si tendré fuerzas para tirarlas.
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Yo tiro mis comodidades.
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Fer, yo tiro mi falta de medida… mi falta de medida en el tener, en el comprar, en el compartir. Creo que, como dice Gonzalo, tirando esto lo primero, sabiendo medir en el tener, en el compartir, en el día a día, lo demás cae solito detrás.
Buenos vientos a todos.
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Hola Fer… siempre tan oportuno con tus entradas ;)
Yo tiraría mi falta de paciencia, mi intolerancia, mis nervios, mi miedo al futuro. Tal vez esto último lo tiraría lo primero. Sin miedo al futuro lo demás es llevadero.
Abrazos.
Gonzalo
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Si para para demostrar mi grandeza tuviese que tirar aquello que tengo, lo primero que tiraría es mi afan de ser GRANDE, de ser PODEROSA, de ser ALGUIEN. Quizá tirando esto lo demás cae solo al promontorio.
Un abrazo de los tuyos Fer.
Loli
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Yo tiraría al promontorio mis miedos e indecisiones, pero… os aseguro que ya es un miedo el acercarme al promontorio.
Fer, voy a meditar el cuentecillo a ver si mañana, con un poco de suerte, cuando te asomes a ver qué hemos ido tirando te encuentres mis miedos y mis indecisiones.
Gracias por todo tu trabajo.
Mario
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Quiero tirar al promontorio egoismo, miedos ante un futuro incierto y recuperar la esperanza.
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