Comentario a «Vidas desperdiciadas»

Hola a Todos, Paz y Bien

Como lo prometido es deuda, aquí va mi pequeña reflexión sobre el libro “Vidas Desperdiciadas” de Zygmunt Bauman.

Vidas Desperdiciadas” fue un libro que me recomendaron cuando realicé el Máster en Cooperación Internacional. Llevaba ya varios años con ganas de leer este libro y hace un mes, más o menos, me llegó un mail indicando que lo habían reeditado… Qué mejor oportunidad para retomar esta lectura pendiente.

Lo primero que me llamó la atención, y ya es sintomático de cómo va evolucionando la sociedad, es la portada del Libro. Recuerdo que cuando estaba con el Máster busqué el libro y la portada era totalmente distinta a la actual:

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vidas desperdiciadas 1ª Edición - Odres Nuevos__zygmunt bauman - vidas desperdiciadas

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Está claro cómo ha evolucionado la sociedad y cómo ha captado esta evolución la Editorial Paidós al actualizar la portada. Hemos pasado de pensar que las “vidas desperdiciadas” era un problema de los países del tercer mundo, a darnos cuenta que, a día de hoy, esas supuestas “vidas desperdiciadas” están en nuestros países, en nuestras ciudades, en nuestros barrios…

Bauman nos hace ver en su obra que esta Globalización que vivimos, que es una Globalización centrada en el consumo – olvidando unos mínimos valores sociales y humanos -, con una demanda incesante de nuevos productos, genera residuos constantes: “desperdicios”. El problema es que este exceso de consumismo no sólo genera desperdicios técnicos, sino que también genera “desperdicios humanos”… vidas desperdiciadas. Vidas de personas que, como cita el propio Bauman, acabamos tildándolas de “Superfluas”: Ser <superfluo> significa ser supernumerario, innecesario, carente de uso – sean cuales fueren las necesidades y los usos que establecen el patrón de utilidad e indispensabilidad-. Los otros no te necesitan; pueden arreglárselas igual de bien, si no mejor, sin ti. No existe razón palmaria para tu presencia ni obvia justificación para tu reivindicación del derecho de seguir ahí. Que te declaren superfluo significa haber sido desechado por ser desechable…

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Globalización2 - Odres NuevosBauman también expone que los países, los gobernantes, no tienen capacidad para controlar esta Globalización Económica. Han dejado por imposible este control (supeditándolo a los movimientos e intereses de las grandes multinacionales) y se han centrado en controlar las corrientes humanas que esta actividad genera: fronteras, migraciones, deportados, refugiados… pues esta Globalización económica y de consumo, expandida ya por todos los rincones del mundo, ha llevado a que esas vidas desperdiciadas, que antes intuíamos en países muy lejanos  – países del tercer mundo –, ahora las tengamos muy cerca, en nuestras propias sociedades.

… lo que importa es el producto, no el residuo. De las fábricas parten a diario dos tipos de camiones: un tipo de camiones se dirige a los almacenes y grandes almacenes, el otro a los vertederos. El cuento con el que hemos crecido nos ha adiestrado para advertir (contar, valorar, preocuparnos por) tan sólo el primer tipo de camiones. En el segundo pensamos exclusivamente en las ocasiones (por fortuna aún no diarias) en las que la avalancha de sobras desciende de las montañas de basura y atraviesa las vallas destinadas a proteger nuestro propio patio trasero. No visitamos esas montañas, ni con el cuerpo ni con el pensamiento, del mismo modo que no paseamos por barrios conflictivos, malas calles, guetos urbanos, campos de refugiados y demás zonas prohibidas. En nuestras aventuras turísticas compulsivas las evitamos cuidadosamente (o nos mantenemos alejados de ellas). Desechamos lo sobrante del modo más radical y efectivo: lo hacemos invisible no mirándolo e impensable no pensando en ello. Sólo nos preocupa cuando se quiebran las rutinarias defensas elementales y fallan las precauciones, cuando corre peligro la confortable y soporífera insularidad de nuestro Lebenswelt que supuestamente protegen”.

Loïc Wacquant – citado en el libro – hace una “redefinición” de la misión del Estado: “El Estado se retira de la arena de la economía, afirma la necesidad de reducir su papel social a la ampliación y el fortalecimiento de su intervención penal”. Así mismo, Ulf Hedetoft – también citado en el libro – indica: … los límites se han convertido en lo que cabría llamar <membranas asismétricas>, que permiten la salida pero <protegen contra la entrada no deseada de elementos del otro lado>.”

Globalización3 - Odres Nuevos

Mientras voy escribiendo, me viene a la mente la patera que naufragó hace poco en la costa de Lampedusa. Cientos de personas, que buscaban no ser “superfluas”, muertas a las puertas de Europa, a las puertas de unas Fronteras bien cerradas… ¿hubiéramos dejado naufragar un barco lleno de ordenadores de último modelo o de vehículos de alta gama? ¿Cerraríamos las fronteras a un trasatlántico lleno de teléfonos y tabletas de última generación? Realmente, como nos muestra Bauman, ¿estamos considerando a las personas tan “superfluas” – supernumerarias, innecesarias, carentes de uso-? Supongo que no tenemos que irnos muy lejos para ver ejemplos en nuestros propios países, ciudades, barrios…

A este respecto: inmigraciones forzadas, deportaciones, refugiados, apátridas, etc., comenta Bauman, muy acertadamente, que estos países que han llegado tarde a la “modernidad” se les obliga a que busquen soluciones “locales” a un problema causado “globalmente”, con las consecuentes escasas posibilidad de éxito… “Una vez fuera de las fronteras de su país natal, los fugitivos se ven privados del respaldo de una autoridad estatal reconocida que pudiera tomarlos bajo su protección, reivindicar sus derechos e interceder en su favor ante las potencias extranjeras”.

Bauman también hace un guiño a las Religiones, que dan “sentido pleno” a todas las personas. Todas las religiones tienden a la “eternidad”, a la “infinitud” y: “todo aquello que fue, es o puede llegar a ser tiene su lugar. La idea de <no tener cabida> es lo único que no tiene cabida en la infinitud […] En el Proyecto de Dios nada puede resultar superfluo

No debemos olvidar esto los que nos consideramos personas de Religión (sea cual sea nuestra religión). Aún viviendo en un mundo económicamente globalizado que genera “vidas desperdiciadas”, tenemos que ser capaces de llegar a esas vidas y transmitirles todo el “valor” que tienen; ya sea en países lejanos o en nuestros propios barrios.

Bueno, no me alargo más, que voy a acabar escribiendo todo el libro.

Como os indicaba hace unos días, merece la pena leerlo. Además de mi breve reflexión, el libro hace mención a muchos otros aspectos de la sociedad en que vivimos que son muy interesantes.

Ya me contáis si os animáis a leerlo.

Un abrazo… de los que hacen sentir que todos, en la situación que estemos, somos un valor en nosotros mismos como personas.

Fer

14 pensamientos en “Comentario a «Vidas desperdiciadas»

  1. Cuando leo estas reflexiones, me siento tan cobarde… por que de una vez no arranco y doy un cambio en mi vida… por que dar importancia a tantas cosas sin sentido y no buscar lo verdaderamente necesario que es el SER….
    gracias mil por la reflexion.

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  2. Hola, ¿que puedo decir?, es la tercera vez que leo tu blog, llegué por casualidad y estoy gratamente sorprendida y contenta de haber llegado aqui. Será porque en el blog esta presente el evangelio, se transmite mucha alegría y energía positiva, y haces reflexionar a quien lee sobre cosas que a veces por las ocupaciones de cada día pasan desapercibidas,¡que bueno que hayan espacios como este!. Gracias por crearlo. Creo que Dios inspira a las personas y definitivamente has escuchado la voz de Dios porque puedes hacer mucho bien a través de esta página.
    De tu reflexión concluiría lo siguiente: El ser humano para ser felíz debe aprender a ver a todas las personas con los ojos de Dios, esto es con amor y misericordia. En esta mirada de Dios, nadie esta excluido, porque Dios nos ama a todos.
    Saludos y bendiciones,para ti y quienes aportan al blog, y para todos los que lo visitan. Espero que siga desarrollándose y difundiéndose.

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  3. Hola hermanito,

    Es cierto todo lo que indicas. Yo me quedo con tu reflexión de si dejaríamos naufragar un barco lleno de ordenadores de última generación, coches o móviles. Sólo pensarlo me da vértigo, porque creo que, en esos casos, no lo dejaríamos naufragar… tremendo.

    Fer, gracias por tus reflexiones, tus recomendaciones y tus fotografías.

    Un fuerte abrazo hermano.

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  4. Hola Fer,

    Muy buena reflexión. Te tendría que contratar Bauman para promocionar su libro, pues, ciertamente, dan ganas de bajar a comprarlo.

    Yo, como Fray Luis, me quedo con la parte final de tu reflexión, que acoge todo el contenido anterior. Que nosotros, gente que nos decimos religiosa, no nos olvidemos de eso, de anunciar la buena nueva, de dar sentido a la gente que que la sociedad relega al olvido.

    No suelo escribir mucho, pero leo con interés todas tus entradas.

    Abrazos

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  5. Gracias por todo lo que te preocupas por que nos formemos y seamos mejores cristianos pues solo asín podremos poner un granito de arena para intentar mejorar esta sociedad que cada día está más deshumanizada . donde puedo comprar el libro en Barcelona ???

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  6. Pues qué te digo estimado amigo reflexivo? que tu comentario sobre el desperdicio, me ha hecho caer en la cuenta lo desperdiciado que he sido en todos los ámbitos de mi vida, y mal me siento por ello. Si leyera el libro, por ahora creo que me sentiría peor. Empiezo por irme recomponiendo y buscar no desperdiciarme ni un minuto más, claro, bajo la perspectiva de ser mejor para los demás tal como nos invitó a hacerlo el bendito Crucificado.
    Gracias Señor por ponernos en la web a Fer para que nos comparta sus reflexiones. Gracias Fer por no ser un desperdiciado.
    Saludos

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  7. A todos Paz y Bien,

    Gracias por tu reflexión sobre «vidas desperdiciadas». No conocía el libro. Voy a ver de qué forma puedo conseguirlo, porque se vé muy interesante.

    Me quedo con tu última reflexión (muy acertada): No debemos olvidar esto los que nos consideramos personas de Religión (sea cual sea nuestra religión). Aún viviendo en un mundo económicamente globalizado que genera “vidas desperdiciadas”, tenemos que ser capaces de llegar a esas vidas y transmitirles todo el “valor” que tienen; ya sea en países lejanos o en nuestros propios barrios.

    Un buen toque de atención, porque muchas veces somos como esos Estados que piensan que ya no pueden hacer nada.

    Muchas gracias por tu compartir siempre hermanito.

    Un abrazo,

    Fr. Luis

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  8. Buenos días Fer;

    Gracias por tu reflexión, que nos hace reflexionar… «casualmente» me han hablado de un proyecto con los adolescentes de 11 a 15 que los tienen «medios abandonados»…. hay mucho trabajo, y pocos obreros… Seguir en oración y acción para darles un lugar digno en nuestra sociedad a «TODOS».

    Dios te bendiga!!!

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