Hola a Todos, Paz y Bien
Después de un fin de semana «fresquito» (a -14º), volvemos a Madrid.
Mientras subía las fotos al Facebook de Odres Nuevos me acordé de la historia del Copo de Nieve, de Kurt Kauter. Un cuento que nos recuerda que cada pequeño copo de nieve cuenta, que cada voz cuenta, que cada esfuerzo cuenta; aunque podamos pensar que nuestra voz o nuestro esfuerzo son demasiado pequeños para hacerse notar.
Aquí os dejo con el cuentecito de Kauter que espero os guste y, aunque breve, os toque en algo.
EL COPO DE NIEVE
Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? -preguntó un gorrión a una paloma.
Nada de nada, le contestó la Paloma.
Si piensas eso debo contarte una historia, dijo el gorrión:
Estaba yo posado en la rama de un abeto, cerca de su tronco, cuando empezó a nevar. No era una fuerte nevada ni una ventisca furibunda. Nada de eso. Nevaba como si fuera un sueño, sin nada de violencia.
Como yo no tenía nada mejor que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando sobre los tallitos de la rama en la que yo estaba. Los copos fueron exactamente 3.741.952. Al caer sobre la rama el siguiente copo de nieve, que, como tú dices, no pesaba nada de nada, la rama se quebró.
Dicho esto, el gorrión levantó el vuelo y se alejó volando.
La paloma, toda una autoridad en la materia desde la época de Noé, se quedó pensativa, cavilando sobre lo que el gorrión le acababa de contar y, tras un rato, se dijo:
Tal vez sea eso, tal vez esté faltando la voz de una sola persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo.
(Kurt Kauter)
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Un fuerte abrazo… de esos que pueden parecer insignificantes, pero que tienen el gran poder de unir personas, Fer
Mil gracias por la buena moraleja. Dios te bendiga Fher.
Y también mil gracias por los materiales para esta Cuaresma.
Un abrazo de los que motivan a cambiar.
Graciela. México
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Fer:
Muchas veces vemos algunas cosas que nos conmueven, pero nuestro yo egoísta hace que deseemos que otros pongan la solución. Este cuentecito nos invita a movernos y hacer algo para alegrar un poco la vida de los demás.
Un abrazo grandote. Alicia
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E que haja muitos abraços por este mundo afora. Abraço-te com muito carinho.
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Cierto, si no colocamos nuestro copo de nieve, a toda inconformidad justa no esperemos que cuando nos suceda alguna inconformidad haya solidaridad de otras personas. Saludos Fer.
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Una historia que me encanta, Fernando, por su gran mensaje. La trabaje ya hace años con mis niños y lo volveré a hacer ahora. Un abrazo.
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Es cierto , muchas veces nos sentimos insignificantes para poder hacer nada , sin embargo , cada pequeño insignificante unido a otros cuantos el, suman un montón y eso si que hace fuerza, gracias por recordarnos el verdadero valor de nuestra » pequeñez «
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quizá la medida de un copo de nieve no esté en nuestras apreciaciones, sino en la dimensión de la propia nieve, y quizá nuestras apreciaciones estén en esa misma dimensión, de nihilidad, y por muy musical.orquestal y excesivas que nos puedan parecer nuestras apreciaciones. y creo que jesús, en el evangelio de este domingo, opta por esa nihilidad, ese silencio y esa dimensión orante en la noche ¡y a la intemperie!
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Comparto la historia de Kurt Kauter.
Aún conservo en mi colección los marcapáginas que me regalaste. Gracias.
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Gracias Fer por tus momentos que sigo con alegría. No nos conocemos pero sé eres una gran persona. Estamos lejos, me encantan tus publicaciones. Este fin de semana estaré en Madrid. Me acordaré de ti. Paz y Bien.
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ESTIMADO FER:
¡BUENOS DÍAS Y FELIZ JORNADA Y SEMANA! Seamos un copo más para que haya solidaridad. En esta semana en que el Miércoles celebramos la Jornada Mundial del Enfermo: Salud y Sabiduría del Corazón-otra mirada es posible con un corazón nuevo, estemos cerca de las personas que padecen una enfermedad, sus familias, l@s voluntarí@s, l@s profesionales sanitarios, l@s Agentes de Pastoral, Religios@s, sacerdotes, obispos y el Papa. Un fuerte abrazo:
IÑAKI
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Claro que sí! Estamos cerca.
Un abrazo,
Fer
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