Pepitas de oro

Hola a todos, Paz y Bien

Esta mañana iba en el coche, de camino a una reunión, escuchando un podcast de una entrevista a Arturo Pérez-Reverte. Hablaban de varios temas, pero en un momento se centraron en la muerte, concretamente en todo lo que se pierde cuando una persona fallece.

Cada vez se habla menos de la muerte. Es un tema tabú que intentamos mantener alejado de nuestro entorno. Y luego, cuando llega —que siempre llega—, no estamos preparados. Estamos en una época donde el culto a la juventud y a la salud es lo que prima, y hablar de vejez, de achaques o de muerte no tiene mucha aceptación; es más, tendemos a esconder la vejez y la muerte, en residencias, hospitales o tanatorios bien alejados del centro de vida de las ciudades.

Por esto mismo, me ha encantado el modo y la naturalidad con que Pérez-Reverte habla de la muerte: de todo lo que se pierde cuando alguien muere y de cómo deberíamos aprovechar a los seres queridos, en especial a las personas mayores, que aún tenemos con nosotros.

Os dejo una breve transcripción de ese momento de la entrevista:

“Cuando uno muere, no solo muere él, muere el mundo que conoció, muere lo que vio, muere lo que le contaron. Cuando un abuelo se muere, se va con él una mirada, una memoria. Cuando mi madre murió, se llevó imágenes de mí que nadie ha tenido más que ella: yo en la cuna, yo en el biberón, yo jugando con mis hermanos, mis hermanos, el jardín, la casa, mi padre, que también murió hace tiempo, su abuela, su madre. Todo eso desapareció con ella. Ahora lamento no haberle preguntado todavía mucho más de lo que le pregunté, y le pregunté mucho. Hay que recordar que cada abuelo, cada padre, cada madre que muere, se lleva con él un mundo. Y ahora están aquí, los tenéis ahí. Aprovechad, preguntad. No pasa nada. Preguntadles un rato. Siempre habrá, siempre hay pepitas de oro.”— A. Pérez-Reverte

De verdad que me ha encantado. A los que os suelo mandar la reflexión diaria por WhatsApp, os voy a enviar el vídeo con este fragmento de la entrevista. (Por cierto, si te interesa recibir los textos por WhatsApp, mándame un mensaje privado y te añado a la lista).

Me ha recordado a un poema de la escritora mexicana Ana María Rabatté y Cervi, que se titula: “En vida, hermano, en vida”:

Si quieres hacer feliz a alguien que quieras mucho… díselo hoy, sé muy bueno
en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir “te quiero” a la gente de tu casa, al amigo cerca o lejos,
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se muera la gente para quererla y hacerle sentir tu afecto
en vida, hermano, en vida…

Un fuerte abrazo… de los que se dan y se aprovechan “en vida”,

Fernando
Odres Nuevos


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6 pensamientos en “Pepitas de oro

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