Etapas

Hola a todos, Paz y Bien:

Hoy hablaba con un amigo de volver a hacer el Camino de Santiago. Es una experiencia buenísima que os recomiendo a los que no lo hayáis hecho aún. Tengo la gran suerte de haber hecho el Camino más de diez veces, partiendo de diversos puntos: Roncesvalles, León, Valladolid, Samos, Logroño, Tui…

El Camino de Santiago, como sabéis, se divide en etapas, vayas andando, en bicicleta o a caballo. Y yo creo que es importante no saltarte ninguna. No intentar avanzar más rápido de la cuenta. No querer llegar antes a Santiago. Cada etapa tiene su tiempo, su entorno, su gente y su descanso.

En la vida, muchas veces, nos pasa lo mismo. Queremos saltarnos etapas intermedias, las que consideramos rutinarias, las que vemos sin mayor interés.

Os quiero compartir una historia que leí hace mucho tiempo al grandísimo jesuita Carlos G. Vallés, en la que narra la experiencia que vivieron Michael Caine y Sean Connery durante el rodaje de El hombre que pudo reinar, en uno de los trayectos que hacían hacia Marrakech.

“Michael Caine y Sean Connery, durante el rodaje de una película en Marruecos, iban a Marrakech en un jeep cuando vieron en la carretera polvorienta a un anciano que caminaba lentamente con una gran carga sobre sus hombros. Pararon el vehículo e invitaron cordialmente, en francés, al buen hombre a subirse con ellos, una vez que les dijo que iba al mismo sitio.

El anciano les contestó dulcemente:
—Sí, podría ir con ustedes y llegaría dos días antes, que es lo que me va a costar a mí el camino andando, y me ahorraría el polvo y el cansancio. Por todo ello, les agradezco a ustedes su delicadeza en parar e invitarme. Pero miren, por favor, la situación por un momento desde mi punto de vista.

Yo hago todos los años este mismo camino en esta época. Me paro en lugares donde me conocen y saludo a mis amigos que esperan mi paso. Si no los veo, echaré de menos su compañía anual, y ellos incluso creerán que yo he fallecido si no me ven, pues saben que soy ya viejo y que no he de faltar a la cita mientras pueda, pues nunca he faltado en los últimos cuarenta años.

Además, señores, les digo de verdad: si voy con ustedes, llegaré dos días antes. Pero ¿de qué me sirve a mí llegar dos días antes? Los mismos días he de estar, llegue antes o llegue después. Estaré lo que dure la venta de mis mercancías, y me volveré cuando las acabe, como siempre he hecho y como haré siempre. No tengo citas ni conozco calendario. Mis caminos los miden mis pies, y mis días los cuentan mis andares.

Acepten, por favor, mi gratitud, pero permítanme seguir mi camino a mi paso”.

Michael Caine comenta: “No era una lógica muy occidental, pero sí una buena lección para nosotros los occidentales”. (Carlos G. Vallés)

En la sociedad de las prisas en que vivimos, nos empeñamos en lo inmediato, en querer todo al momento, en llegar a los sitios cuanto antes… sin pararnos a pensar en las «etapas» que nos saltamos con esta «inmediatez». En los caminos que no disfrutamos. En las personas con las que no compartimos…

El texto me recuerda una parte de mi día a día. Los que me conocéis ya lo sabéis, así que, para los que me vais conociendo: yo desayuno todas las mañanas (de lunes a viernes), desde hace ya muchos años, en el mismo bar… todas las mañanas. Hay días que tengo alguna reunión a primera hora, o voy con más prisa de lo habitual, y ese día no puedo ir. Entonces me ocurre como al mercader del texto, que al día siguiente los camareros me preguntan: —¿Qué pasó ayer, que no viniste?

Pues eso, muchas veces merece la pena no coger el jeep, aunque vayan dentro Michael Caine y Sean Connery (sé que es difícil, sé que es difícil, jeje), y caminar despacio, disfrutando del entorno y de las personas que encuentras en cada etapa.

Un fuerte abrazo… de los que se dan en el Camino,

Fernando
Odres Nuevos


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Un pensamiento en “Etapas

  1. ESTIMADOS FER Y PERSONAS SEGUIDORAS DE ODRES NUEVOS:

    ¡BUENAS TARDES Y FELIZ DÍA DE SAN JUAN CRISÓSTOMO! ¡MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR ESTA REFLEXIÓN! Es verdad lo que planteas. A mí me pasa también con las Personas-Regalo que tengo alrededor. Si tardo en contactar me recuerdan que me echan de menos. No lo olvidemos. Un fuerte abrazo saludable y afectuoso:

    IÑAKI

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