Hola a Todos, Paz y Bien
Con el Miércoles de Ceniza se inician los 40 días en los que la Iglesia nos llama a la conversión, “conviértete y cree en el evangelio”, y a prepararnos verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en el triduo pascual.
Creo que la clave de la Cuaresma está en ese “prepararse verdaderamente”. ¿Llegaremos preparados a esta Pascua?
Cuando la gente quiere celebrar algo importante se prepara con mucha antelación. Los novios preparan su boda durante meses. Los turistas comienzan a planificar su viaje muchas semanas antes de que salga su vuelo. Las fiestas de cumpleaños, las bodas de oro, las fiestas de fin de curso; incluso la fiesta de noche vieja… El que desea algo mucho, lo anticipa y se prepara.
Muchas veces pienso si no hemos hecho de la religión algo rutinario y, con ello, hemos dejado de dar valor a ciertas cosas que son verdaderamente importantes, como los preparativos.
Por ejemplo, el llegar pronto a misa para tener un momento de reflexión personal, de acomodarnos y prepararnos. Me sorprende que, en ocasiones, al inicio de la eucaristía las iglesias están medio vacías y, poco a poco, con la celebración ya empezada -muchas veces bastante empezada- se van llenando los bancos.
¿Os imagináis ir al cine y que la mayoría de la gente llegase 15 minutos tarde? Estoy seguro de que antes de ir a ver una película nos hemos informado, hemos preguntado, hemos leído las críticas e, incluso, hemos intentado llegar con 15 o 20 minutos de antelación para coger un buen sitio y que nos dé tiempo a ir al baño y comprar palomitas. En definitiva, hemos tenido unos preparativos… preparativos que nos van a hacer disfrutar más de la película, de las palomitas y de nuestra butaca centrada y con buena visibilidad.
Y quien dice ir al cine, dice cualquier otro momento de nuestra vida: ¿Quién decide ir a cenar a un restaurante conocido sin haber llamado primero para reservar? ¿Quién se va de viaje una semana sin hacer la reserva del hotel, ver la previsión del tiempo y programar las excursiones, visitas, etc.? ¿Quién va a visitar a un familiar sin haberse cerciorado de que estará en casa?
Sin embargo, muchas veces, en nuestro día a día “religioso” nos saltamos todos los preparativos.
Nos adentramos en un momento tan importante como es la Pascua sin una llamada para reservar, sin comprobar si va a hacer buen tiempo, sin pararnos a ver cómo estamos, cómo están nuestras cenizas, cómo está nuestra vida… En definitiva, llegamos al cine tarde, sin palomitas y nos toca una butaca lateral con poca visibilidad. ¿Quién disfruta así de la película? ¿Quién celebra así la Pascua?
Tenemos por delante 40 días para prepararnos, para revisar nuestras rutinas, para ver cómo estamos.
Tenemos por delante 40 días para profundizar si nuestra vida, nuestras actitudes y comportamientos son acordes con lo que vamos a celebrar.
Tenemos por delante 40 días para llegar preparados a esta gran fiesta, que da sentido al resto del año.
Un fuerte abrazo… de los que se preparan con tiempo,
Fer
#OdresNuevos #Cuaresma2020