Hola a Todos, Paz y Bien
Siguiendo con la promoción del Concierto-Oración que tendremos con la Hermana Glenda el viernes 6 de Noviembre, a las 20:00 h, en la Parroquia Santa Teresa y San José, Plaza de España 14 – Madrid (Metro – Plaza de España), hoy os comparto otra de sus más bellas canciones, el Salmo 22: “El Señor es mi pastor“.
En esta ocasión quiero enlazar la canción de Glenda con una historia que leí hace años. Una historia que trata de cómo vivimos nuestras celebraciones, porque… ¿realmente vivimos lo que celebramos? En muchas ocasiones hacemos celebraciones muy bien preparadas, muy bien decoradas y hasta muy bien cantadas, pero… ¿vividas?
Aquí os dejo con la historia, a ver qué os sugiere a vosotros:
Al final de una cena en un castillo inglés, un famoso actor de teatro, contratado para ese momento, entretenía a los huéspedes declamando textos de Shakespeare.
Tras haber recitado un par de versos, se ofreció a los comensales para que, si alguien quería, le pidieran alguna pieza en especial para recitar.
Un fraile que se encontraba en la cena preguntó al actor si conocía el salmo 22.
El actor respondió: «Sí, lo conozco, y estoy dispuesto a recitarlo con una condición: que después lo recite usted».
El fraile se sintió un poco incómodo ante la petición del actor, pero accedió.
El actor hizo una bellísima interpretación del Salmo, con una dicción perfecta: ‘El Señor es mi Pastor, nada me falta, en verdes praderas Él me hace recostar…’ y al finalizar los huéspedes aplaudieron vivamente.
Llegó el turno al fraile, que se levantó y, tras un momento de silencio, cerrando los ojos, recitó lentamente las mismas palabras del Salmo.
Esta vez, al terminar, no hubo aplausos ni aclamaciones, sólo un profundo silencio y el inicio de alguna lágrima.
El actor permaneció pensativo unos instantes, después se levantó y dijo: «señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha sucedido esta noche. Yo conocía el Salmo, pero este hombre conoce al Pastor».
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Y nosotros… ¿conocemos el Salmo o al Pastor? A mí el cuentecillo me ha hecho pensar en la cantidad de veces que, en las celebraciones en las que participo, me conformo con conocer el Salmo, la Canción, la respuesta… y me olvido de tomar un momento de silencio, cerrar los ojos y buscar al Pastor.
No me alargo más, os dejo con la canción de Glenda “El Señor es mi pastor“. Al escucharla podemos decir que ella sí que le conoce…
Un abrazo de los que se dan con los ojos cerrados y en silencio.
Fer
Fer – saludos desde El Paso, TX EU. Solo para felicitarte por todas tus reflexiones que nos compartes por este medio! Esta reflexion del Salmo 22 si que me llego. Gracias y espero y sigan disfrutando de nuestra Hermana Glenda! Bendiciones y muchos abrazos con los ojos cerrados!
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