III Jornada de reflexión sobre la eutanasia

Buenas tardes a Todos,

Muy interesante la III Jornada de reflexión sobre la Eutanasia de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia de Comillas.

Cuatro ponentes de primerísima línea en la materia:

Mons. D. Enrique Benavent, Obispo de Tortosa. Presidente de la Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe de la CEE.

Drª Margarita Bofarull Buñuel, presidenta del patronato del Instituto Borja de Bioética y miembro de la Pontificia Academia para la vida.

Drª. Ana Marcos del Cano. Profesora de Filosofía del Derecho. Catedrática de la UNED. Miembro del consejo asesor de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas.

Dr. D. Javier Rocafort. Expresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. Profesor de la Universidad de Navarra y de la Universidad Francisco de Vitoria. Director médico del Hospital Centro de Cuidados Laguna.

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Me quedo con estos pequeños apuntes para reflexionar:

«En el ambiente social en el que nos encontramos la libertad religiosa y la libertad de conciencia se están considerando como derechos secundarios, reduciéndolos a la libertad de culto. Esto no es así, en mucho más que la mera libertad de culto, es un derecho fundamental de la persona».

«Es obligación de los estados proteger y respetar los derechos de las personas. De aquí parte el Estado de Bienestar».

«Vivimos en un ambiente cultural caracterizado por un individualismo que no quiere aceptar ningún límite ético. Esto ha conducido a que se reconozcan por parte de los poderes públicos unos nuevos “derechos” que, en realidad, son la manifestación de deseos subjetivos.»

«La Objeción de Conciencia no es un Derecho Fundamental, pero emana de un Derecho Fundamental: libertad de pensamiento, conciencia y religión (Art. 18 de los Derechos Humanos)».

«Prohibir hacer un bien es muy diferente a obligar a hacer un mal».

«La libertad no sirve para destruir la propia libertad».

«Hay un gran desconocimiento general de qué es y qué no es Eutanasia. Confusión en los términos limitación del esfuerzo técnico, sedación paliativa, suicidio asistido…»

«Una ley que se aprueba sin un diálogo social, sin un debate social, en medio de una pandemia que tenía paralizado el país, porque, según el gobierno «había una gran demanda social… un clamor social que reclamaba que se aprobara esta ley»… Según los datos, a día de hoy se han llevado a cabo 172 eutanasias en España. ¿Este es el clamor social que llevó a aprobar una ley en medio de una pandemia mundial sin un debate social de la misma?».

Como os decía, ha sido una jornada tremendamente interesante y las cuatro ponencias podrían dar lugar a cuatro jornadas independientes por su calado e importancia.

Os adjunto el Documento de la Conferencia Episcopal Española «Para la libertad nos ha liberado Cristo » (Gal 5, 1), Nota doctrinal sobre la objeción de conciencia, que ha desarrollado en su ponencia Monseñor Benavent y que me parece tremendamente interesante. Espero que os sea de utilidad y reflexión.

Un fuerte abrazo

Fernando

#OdresNuevos

Más cuidados paliativos

Hola a Todos, Paz y Bien

Os adjunto la reflexión de mi querido Pedro Sosa en relación a la Ley de la Eutanasia, que me parece muy, muy acertada.

#MasCuidadosPaliativos

Un abrazo… de los que cuidan,

Fer
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Curioso, muy curioso que hoy se empiece a debatir la ley para la eutanasia y no el cumplimiento real de la ley de dependencia, que para casi un 40% de aquellos que la precisan, y a la que tienen derecho, no es más que una falacia.

Curioso cuando hay casi un 70% de población con necesidades paliativas no cubiertas por equipos especializados en aliviar el sufrimiento y la atención al final de la vida. Recordemos que la función de estos equipos no es sólo la atención de los pacientes, sino también la coberturas de sus familiares durante y después de su fallecimiento.

Curioso cuando no se cubren a los familiares que cuidan con bajas y derechos laborales que permitan ese cuidado sin empobrecer a familias enteras en el camino.

Curioso que la ley que se debaten hoy sea la medida más barata de todas las mencionadas.

Cuando en un país como el nuestro, con tan bajas coberturas sociales y sanitarias para los enfermos crónicos, paliativos y sus familiares se plantea algo así, corremos el riesgo de coaccionar al enfermo y sus familiares.

Por qué elegiremos morir si tenemos la posibilidad de ello?

Por sufrir o por no hacer sufrir y empobrecer a los nuestros?

Se abre un escenario en el que más que la dignidad de la persona se puede generar una suerte de coacción social ante la falta de opciones reales de afrontar verdaderamente con dignidad la enfermedad y el final de la vida.

No juzgo a aquellos que deseen una muerte digna en determinados contextos, jamás lo haría porque yo no estoy en su pellejo.

Pero juzgo una sociedad que polariza la atención hacia la solución más barata y sencilla, sin medir las consecuencias reales, en un contexto de precariedad de la atención y las coberturas sociales de aquellos que sufren.

Si juzgo la falta de opciones reales para muchos a la hora de elegir gastar su tiempo con dignidad y cuidados por equipos especializados en ello. Hacer lo uno sin cubrir de forma efectiva y real lo otro, sencillamente no es ético aunque pueda llegar a era legal.

La cosa cambia mucho si a la hora de saltar el ruedo a enfrentarte al toro, lo haces en pelotas o vestido de torero, con un capote y subalternos a tu alrededor.

Feliz día para todos y todas!