Hola a Todos, Paz y Bien
Como sabéis, todos los meses colaboro con la Revista 21 haciendo un comentario en la sección «mirar».
Quiero compartir con vosotros el comentario del mes de diciembre 2018, que, además, acompañé con una fotografía de los días que pasamos en Mozambique visitando el Proyecto COV´s, que gestiona mi queridísima Maru Cornejo desde la Fundación Encuentro, en el que la Obra Social Odres Nuevos colabora.
Espero que os guste.
Hay miradas que interpelan en lo más profundo y ésta es una de ellas. Cruces de miradas que preguntan y que, a su vez, dan respuesta sin necesidad de palabras. Silencios que son atronadores cuando el que escucha es el corazón.
Te miro, me miras y tu fragilidad rompe mi grandeza.
Me miras, te miro y siento tus preguntas, pero no encuentro respuestas.
Te miro, me miras y el futuro se vuelve ahora.
Me miras, te miro y comprendo el valor de un hermano.
Te miro, me miras y me quedo sin palabras.
Me miras, te miro y quiero darte la mano y ser yo el que te acompañe.
Te miro, me miras y también quiero ir descalzo y sentir lo sagrado de la tierra que pisamos.
Me miras, te miro y tu presente interroga mi futuro.
Te miro, me miras y me surgen las certezas que no queremos reconocer.
Me miras, te miro y te siento cercano, aunque en estos momentos un continente entero separe nuestras miradas.
Te miro, me miras y quiero saber tu nombre y que conozcas el mío.
Me miras, te miro y me pregunto hacia dónde llevan tus pasos.
Te miro, me miras y siento que he venido a ayudar y, quizá, no me necesitas.
Me miras, te miro y siento que soy yo el que te necesito.
Te miro, me miras y veo tu caminar compartido… ese que va lento, pero llega lejos.
Me miras, te miro y siento la confianza que dan las manos entrelazadas.
Te miro, me miras y me descentras (dejo de ser el centro del mundo y, en tu mirada, paso a estar en el centro del mundo).
Me miras, te miro y veo mi pobreza.
Te mira, le miras… ¿qué te dice a ti?
Un fuerte abrazo… de los que se dan después de un cruce de miradas,
Fer